Santo Tomé 1 - ECS 1

Octavos de Final (ida)

En una hermosa tarde invernal, con unos 15 grados y un sol que calentaba el ambiente, se abrieron los octavos de final, partidos de ida, de la divisional E.
Estudiantes hacía de visitante contra Santo Tomé, equipo al cual había vencido en la última fecha de la fase regular disputada el fin de semana pasado.

El partido empezó como terminó: desde los primeros instantes fue todo fricción, todo lucha, mucho juego físico y poco juego con el balón al ras del piso.
El equipo salió al campo de juego con nachi magariños al arco, marquitos, papita y guille abajo: un medio campo con joaco por la derecha, y gonza y camilo (incorporación reciente del team), y arriba palanca y el klodo kloster.

Tal lo dicho anteriormente, el partido fue áspero como talón de oso y sin juego colectivo.. El equipo rival se puso en ventaja en los primeros minutos, donde el pincha mostro su peor cara. Una buena jugada hilvanada por la derecha del ataque, dejó solo al enganche de ellos, y con un remate inatajable de zurda a la izquierda de nachito, marcaron el 1-0.
Esos primeros veinte minutos del primer tiempo fueron una pesadilla para el pincha. No encontrábamos la bocha, y cuando la teníamos, le debemos o bien un destino equivocado, o se la regalábamos al rival.
De a poco empezamos a equilibrar el juego, tratando al menos de tocar al piso, sin desesperarnos por la derrota transitoria.

Ya en los últimos minutos de la primera mitad, se dio el gol ansiado. Pelota parada ejecutada por el mágico mazars, quien inteligentemente coloca el balón justo entre el tumulto de jugados de campo y el arquero, esperando un roce que cambie el destino de la ejecución. Cosa que se dio así, cuando camilo la peina, descoloca al arquero, y el empate aparece en el momento justo, para levantar anímicamente a un equipo que se veía quizás con no tantas luces.

El entretiempo sirvió para limar asperezas, hablar, y reponerse de un primer tiempo para el olvido.

En la segunda parte del partido las cosas no variaron demasiado. El match siguió siendo sucio y mal jugado. La chances de gol eran pelotas paradas, y las amarillas estaban a la orden del día. El referato sumó una docena de tarjetas amarillas entre los ambos equipos, dando a las claras que no se sabía bien si estábamos ante un partido de fútbol o viendo una película de la Segunda Guerra Mundial.

A veces las cosas no se dan como uno quiere, y como un consuelo sin sentido, nos queda la sensación de al menos no haber perdido, y nos deja en igualdad de condiciones de cara al partido de vuelta, donde tendremos que ultimar detalles, hablar con cada jugador para notar que cosas se hicieron bien, y que otras no tanto, y salir a dar lo mejor de nosotros, ya que no es tiempo para dudar, sino de ganar! Así como suena. Es el comienzo al tan anhelado ascenso de categoría.

Estoy con ustedes a muerte! Y este fin de año nos va a encontrar festejando..

Saludos para todos!
Papita.-