EL ANGEL DEL GOL PASO POR EL DEPOR. Y LAS CHULETAS AL DISCO TAMBIEN…

Pintaba mal la previa para el segundo match del ano de los vampiros. Muchas bajas importantes: Pablo Reser (suspendido), Martín Heintz (viaje familiar), Tomo Galloso (lesión), Mariano Mangiaterra (viaje de negocios). Pero nadie contaba con la vuelta de los dos socios fundadores, Cabeza Dalmau y Cadena Diez.

El partido comenzó con La Bomba, rival de turno muy duro conformado por empleados de la papelera Smurfit-Kappa, que se lanzó al ataque desde el primer minuto. A Estudiantes nuevamente le costo hacer pie en el partido, pero con el correr de los minutos logro emparejarlo. Un dinámico Ruso Ponce en el mediocampo, entendiéndose de las mil maravillas con Catoto Purvis, hicieron lo suyo para que Suárez empezara a presionar a La Bomba contra su propio arco.

Sin embargo, cuando todo indicaba que se podría abrir el marcador para los vampiros, vino una muy buena contra, desborde, centro certero y gol. Anímicamente, el tanto en contra cayó como un baldazo de agua fría en al alma de los cruzados, y no se iban a recuperar hasta la finalización del primer tiempo.

Para colmo de males, cuando promediaba dicha primera mitad, el alemán Ponce, fruto de sus noches de pachanga en la city, sufre un desgarro (el que seguramente no lo alejara por muchas fechas, teniendo en cuenta el aguante de este ruso).

En el vestuario se asume el compromiso de salir a empatarlo, y así fue. Un muy buen tiempo de Benjamín Heintz, el ingreso de un corredor nato como Pelusa Graff (sus primitos lo podrían imitar), un experimentado Cadena que acompañado por Facha, Justo y Nico empezaron a empujar, lograron meter al rival en su arco. Nachito Galloso, Franquito y Cesar comenzaron a romper la defensa rival. Pero, sin dudas, fue absolutamente decisivo el cambio que ensaya la dupla técnica “Opel-Matitti”. Lo vieron sentado, pero con la mirada pedía pista. Si, el Cabeza Dalmau hizo su primera incursión del ano en el verde césped. El ángel del gol nos tenía preparada una de las suyas.

Llegó un corner desde la izquierda, varias cabezas que se elevan pero una que lo hace mas alto que todas. Si Señor, el ángel del gol la mando a guardar, selló el merecido empate, a más de uno se le piantó un lagrimón cuando el cabezón salió corriendo a abrazarse con todo el banco de suplentes que le había hecho el aguante en la mala (la neumonía que lo tuvo a mal traer por varios días).

Nadie pidió la repetición, algunos defensores rivales despotricaban contra el marcador central de La Bomba. Lo culpaban de haber cabeceado contra su propia valla. El árbitro atónito ante la duda no se lo dio ni a uno ni a otro. La tarjeta reza que fue gol de quien pateara el corner, Benjamín Heintz. Pero nadie duda de que fuera el ángel del gol el que definió el partido.

Párrafo aparte para la parcialidad vampiro, el estallido del gol hizo sentir a Estudiantes más local que nunca, el saludo final sello la luna de miel en la que viven los cruzados con su gente. La banda paró en el lateral de enfrente de la tribuna de cemento, si serán camperos que se llevaron un disco y se hicieron unas chuletas. Sin dudas, deben ser las primeras chuletas al disco que se hacen en una cancha de Argentina, y ese record lo tenemos nosotros. Prometen pirotecnia para la fecha siguiente. Esperemos que los jugadores puedan retribuir tanto afecto. Gracias totales.

Titulares: Quique Martelli, Nico Schuvab, Justo Galloso, Sebastián Diez, Facha Erroitzarena – Zenon Ponce, Gaston Purvis, Benjamín Heintz, Nacho Galloso - Cesar Alvarez, Franco Acuna. Suplentes: Fede Dalmau, Gustavo Cataldi, Pelusa Graff,
DT: Opel - Matitti

CADENITA